Muy temprano en la mañana, no a la hora que tú piensas, pues no era de madrugada, pero si, ya adentrados en caminar del día, escuchaba con atención las ondas de una emisora que predicaba: “Mira a quien te dedicas, mira bien a quien olvidas, pues caminando en la vida te no te has percatado, de la qué, con tanto amor te ha cuidado, acaso no recuerdas el oprobio de las horas, y el trabajo elaborado, de los cuidados desinteresados, de esta magnífica persona; pero el hecho es tal, de la actitud que has tomado, porque en esos años, si no fuera por ella, tu no te habrías forjado. Nada fue lo económico, nada fue lo material, el amor que te brindo fue lo primordial. Has bloqueado tu mente y no has dejado ver a tu corazón, pues en tu alma existen las lagunas, que aun no entienden la razón. Has un poco de historia, has un poco de reflexión, aun no recuerdas quien te cuido cuando estuviste en aflicción, acaso no fueron largas las horas, acaso poca fue la preocupación de verte tirado en una cama en gran opresión?¿para qué seguir?, ¿para qué continuar? Si en este momento tú no has logrado recordar, es tal vez porque tu corazón ya no tiene su palpitar”. Cuando aquella vos termino de hablar este fue mí reaccionar: ¡Ahora recuerdo! ¡Ahora veo! de la persona de quien, aquella emisora estaba hablando, no es más que la persona de la que siempre escucho susurrando: Te Amo hijo, y siempre te he amado y aunque lejos nunca te he olvidado. ¡Miserable de mí! miserable de mi existir, que debiéndome a mi madre no hago más que quejarme. PERDONAME MADRE QUERIDA, perdona mi caminar, Solo espero que muy pronto nos volvamos a encontrar. TE AMO MAMITA LINDA… (lg)
domingo, 9 de mayo de 2010
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